La electromedicina es una ciencia que estudia las nuevas tecnologías para su aplicación en el área de la medicina.
Es decir, se encarga de la correcta planificación, desarrollo y aplicación de nuevos equipos y técnicas médicas para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
Estos elementos son usados a diario por médicos e investigadores para facilitar y mejorar la forma de realizar diagnósticos y realizar cuidados e investigaciones.
El origen de la electromedicina se remonta a finales del siglo XIX, con el descubrimiento de los rayos X.
Este descubrimiento fue el inicio de una serie de avances y mejoras en la medicina con la utilización de aparatos electrónicos y aplicaciones para mejorar y facilitar el trabajo de los médicos e investigadores.
La electromedicina busca mejorar y extender la vida, aportando nuevos métodos y formas para la detección precoz de enfermedades, a minimizar el dolor, atenuar las consecuencias de las lesiones y a paliar o revertir una discapacidad como puede ser la parálisis.
Gracias a este pequeño, pero gran avance, la medicina ha podido y sigue evolucionando con las nuevas formas y métodos para obtener una calidad de vida mayor a cómo estábamos con la antigua medicina tradicional.
Es por ello que la electromedicina es un elemento de gran importancia tanto para los avances de la ciencia y de la rama de la medicina, ya que fue gracias a eso que se pudo crear la gran mayoría de equipamiento médico que se usa en la actualidad y que se está mejorando con cada necesidad requerida.
Algunos de los ejemplos más conocidos pueden ser el desfibrilador, marcapasos, electrocardiogramas, cirugía láser, cirugía estética, ultrasonidos, electroencefalografía, etc.